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Me dedico a escribir cuando me apetece, a veces sobre cuestiones sociales que intento ligar a mi vida deportiva o me dedico a hacer crónicas sobre mis carreras.

lunes, 9 de mayo de 2016

Mi primera maratón

Crónica de mi primera maratón.


El pasado 13 de marzo logré acabar la Zurich marató de Barcelona, era mi primera maratón y acabarlo fue algo muy bonito.
Hice una crónica de mi carrera expresando como lo había vivido pero no la llegue a colgar en ningún sitio. Hoy dos meses más tarde la he leído, y recordarlo aún sigue poniéndome los pelos de punta. 


aquí dejo la crónica.




7:45 de la mañana.
Quedamos todos los compañeros de equipo para vernos antes de empezar la carrera, nos damos ánimos y hacemos piña todos juntos. Algunos miembros del equipo que no corren la carrera han venido a animarnos y es en ese momento donde te das cuentas de la suerte que tienes de pertenecer a esta gran familia del RayoTeam.
Te sientes arropado por todos, hay un ambiente espectacular, pero solo esperas que llegue el momento de empezar a correr. Los nervios y las dudas te están matando, es tu primera vez y solo quieres que empiece cuanto antes.

Los corredores nos dirigimos hacia los cajones de salida, llegó el momento, no hay vuelta atrás. Salen los primeros cajones, sabes que toca esperar y los nervios aprietan aún más.
La gente anima, oyes tu salida y mis piernas de manera instintiva empiezan a correr.
Llegó la hora, el momento que estaba esperando, hoy toca ponerse a prueba y ver hasta dónde soy capaz de llegar. Llevo una semana dándole vueltas sobre si he aspirado demasiado alto al apuntándome a la maratón, pero tengo ilusión por acabarla.

Corro al lado de Miquel, llevamos dos kilómetros y algo no va bien.
Me empiezan a doler los gemelos. Ese mismo dolor que en la tirada larga de preparación arrastré durante 14km, el mismo que el viernes me impidió correr el último entreno.
A pesar del dolor y de las pocas esperanzas de acabar la carrera no paro de correr, la carrera es larga y decido arriesgar esperando que pase el dolor.
En ese momento entiendo que no va a ser nada fácil y me empiezo a preparar mentalmente por si el dolor va a más y he de abandonar. Quizá en un entreno hubiera parado, pero esta vez es algo más, tengo un sueño que cumplir y no quiero abandonarlo tan fácilmente. El año pasado una artroscopia de rodilla me impidió participar en la maratón, a estas fechas tenía que moverme con muletas y tuve que dejar de entrenar por un tiempo. Pensar que justo un año después estoy corriendo mi primera maratón me motiva a seguir hasta el final.   

Después de recorrer 10km las molestias empiezan a desaparecer, me siento cómodo, fuerte y con ganas de tirar. Vuelve la esperanza, las ganas de conseguir el objetivo y me aferro a ello. Decido apretar con la idea de alcanzar a Sergio y Alberto que han salido por delante de nosotros.

Cada vez queda menos, a medida que pasan los kilómetros me siento más seguro de conseguir acabar la carrera y me motiva que mire donde mire haya gente animando. Todo y seguir corriendo sin compañía conocida nunca te sientes solo, ya que a tu lado siempre hay uno de los 20.400 corredores que tienen el mismo deseo que tú, acabar la carrera.

Llego al 29km y sonrío, nunca he llegado a correr tanto. Acabe o no he superado mis límites y eso ya es una victoria. Me siento animado y con ganas de seguir. Las piernas aguantan como pueden, la planta de los pies me arde y empiezo a notar el esfuerzo. Ahora empieza lo más duro… Ahora empieza la carrera de verdad y espero tener la fuerza mental necesaria para continuar.

Quedan solo 5km para acabar, aparece ante mí el dichoso “muro”, ahora comprendo que no es un mito del maratón, que realmente existe y hay que  superarlo como se pueda. Me siento muy cansado y corro por inercia, me repito una y otra vez a mí mismo “no te pares, si te paras la has cagado”.
Me pongo la música para intentar no pensar, para motivarme un poco y seguir hasta alcanzar la meta. Es increíble el ambiente que hay en el paralelo, como empujan los ánimos de la gente, me gritan: "ánimo rayo” y solo pienso en seguir corriendo.

Quedan menos de 2km y ya veo el final de la calle. Puedo sentir los nervios y la emoción de saber que voy a conseguir mi sueño después de todos los entrenamientos y los sacrificios, ya casi lo he conseguido.  Solo queda el último empujón, antes de entrar a plaza España hay mucha gente animando, entre ellos puedo ver a Iván, mi entrenador que me anima, no me detengo y sigo avanzando como puedo ya que el cansancio ha conseguido adueñarse de mi cuerpo.

Tengo la meta a 100m se que esta mi familia pero no consigo verles, de repente oigo los gritos de mis amigos Josep y Dani que han venido a verme y con sus ánimos me arropan hasta final.
Con apenas aliento cruzo la línea de meta, exhausto y muy emocionado, aún no consigo creérmelo, ya ha acabado todo.

Busco a mi madre, mis tíos y a mi pareja que siempre me animan en todas mis carreras para celebrarlo con ellos. Me felicitan, me abrazan, un bonito final para una carrera tan y tan dura. 

Después de todo el sufrimiento inicial puedo decir que soy finisher de esta Zurich maratón 2016, contento por el resultado, las sensaciones y por la experiencia  vivida que nunca olvidaré.  










1 comentario:

  1. Muy bonito y bien escrito...no sólo sabes correr, también escribir, y ser una buena persona sensible y teniendo presente a los demás.. Y al esfuerzo de equipo...

    Gracias Daniel

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