Crónica de mi primera maratón.
El pasado 13 de marzo logré acabar la Zurich marató de Barcelona, era mi primera maratón y acabarlo fue algo muy bonito.
Hice una crónica de mi carrera expresando como lo había vivido pero no la llegue a colgar en ningún sitio. Hoy dos meses más tarde la he leído, y recordarlo aún sigue poniéndome los pelos de punta.
aquí dejo la crónica.
7:45
de la mañana.
Quedamos
todos los compañeros de equipo para vernos antes de empezar la carrera, nos
damos ánimos y hacemos piña todos juntos. Algunos miembros del equipo que no
corren la carrera han venido a animarnos y es en ese momento donde te das
cuentas de la suerte que tienes de pertenecer a esta gran familia del RayoTeam.
Te
sientes arropado por todos, hay un ambiente espectacular, pero solo esperas que
llegue el momento de empezar a correr. Los nervios y las dudas te están matando,
es tu primera vez y solo quieres que empiece cuanto antes.
Los corredores nos
dirigimos hacia los cajones de salida, llegó el momento, no hay vuelta atrás.
Salen los primeros cajones, sabes que toca esperar y los nervios aprietan aún
más.
La gente anima, oyes
tu salida y mis piernas de manera instintiva empiezan a correr.
Llegó la hora, el
momento que estaba esperando, hoy toca ponerse a prueba y ver hasta dónde soy
capaz de llegar. Llevo una semana dándole vueltas sobre si he aspirado
demasiado alto al apuntándome a la maratón, pero tengo ilusión por acabarla.
Corro al lado de Miquel,
llevamos dos kilómetros y algo no va bien.
Me empiezan a doler
los gemelos. Ese mismo dolor que en la tirada larga de preparación arrastré
durante 14km, el mismo que el viernes me impidió correr el último entreno.
A pesar del dolor y de
las pocas esperanzas de acabar la carrera no paro de correr, la carrera es larga
y decido arriesgar esperando que pase el dolor.
En ese momento
entiendo que no va a ser nada fácil y me empiezo a preparar mentalmente por si
el dolor va a más y he de abandonar. Quizá en un entreno hubiera parado, pero
esta vez es algo más, tengo un sueño que cumplir y no quiero abandonarlo tan
fácilmente. El año pasado una artroscopia de rodilla me impidió participar en
la maratón, a estas fechas tenía que moverme con muletas y tuve que dejar de
entrenar por un tiempo. Pensar que justo un año después estoy corriendo mi
primera maratón me motiva a seguir hasta el final.
Después de recorrer
10km las molestias empiezan a desaparecer, me siento cómodo, fuerte y con ganas
de tirar. Vuelve la esperanza, las ganas de conseguir el objetivo y me aferro a
ello. Decido apretar con la idea de alcanzar a Sergio y Alberto que han salido
por delante de nosotros.
Cada vez queda menos,
a medida que pasan los kilómetros me siento más seguro de conseguir acabar la
carrera y me motiva que mire donde mire haya gente animando. Todo y seguir
corriendo sin compañía conocida nunca te sientes solo, ya que a tu lado siempre
hay uno de los 20.400 corredores que tienen el mismo deseo que tú, acabar la
carrera.
Llego al 29km y
sonrío, nunca he llegado a correr tanto. Acabe o no he superado mis límites y
eso ya es una victoria. Me siento animado y con ganas de seguir. Las piernas
aguantan como pueden, la planta de los pies me arde y empiezo a notar el
esfuerzo. Ahora empieza lo más duro… Ahora empieza la carrera de verdad y
espero tener la fuerza mental necesaria para continuar.
Quedan solo 5km para
acabar, aparece ante mí el dichoso “muro”, ahora comprendo que no es un mito
del maratón, que realmente existe y hay que superarlo como se pueda. Me siento muy cansado
y corro por inercia, me repito una y otra vez a mí mismo “no te pares, si te
paras la has cagado”.
Me pongo la música
para intentar no pensar, para motivarme un poco y seguir hasta alcanzar la
meta. Es increíble el ambiente que hay en el paralelo, como empujan los ánimos
de la gente, me gritan: "ánimo rayo” y solo pienso en seguir corriendo.
Quedan menos de 2km y
ya veo el final de la calle. Puedo sentir los nervios y la emoción de saber que
voy a conseguir mi sueño después de todos los entrenamientos y los sacrificios, ya
casi lo he conseguido. Solo queda el último
empujón, antes de entrar a plaza España hay mucha gente animando, entre ellos
puedo ver a Iván, mi entrenador que me anima, no me detengo y sigo avanzando como
puedo ya que el cansancio ha conseguido adueñarse de mi cuerpo.
Tengo la meta a 100m se
que esta mi familia pero no consigo verles, de repente oigo los gritos de mis
amigos Josep y Dani que han venido a verme y con sus ánimos me arropan hasta
final.
Con apenas aliento
cruzo la línea de meta, exhausto y muy emocionado, aún no consigo creérmelo, ya
ha acabado todo.
Busco a mi madre, mis
tíos y a mi pareja que siempre me animan en todas mis carreras para celebrarlo
con ellos. Me felicitan, me abrazan, un bonito final para una carrera tan y tan
dura.
Después de todo el sufrimiento
inicial puedo decir que soy finisher de esta Zurich maratón 2016,
contento por el resultado, las sensaciones y por la experiencia vivida que nunca olvidaré.
Muy bonito y bien escrito...no sólo sabes correr, también escribir, y ser una buena persona sensible y teniendo presente a los demás.. Y al esfuerzo de equipo...
ResponderEliminarGracias Daniel